Una Carmelita Teresa de San José Es una mujer con una fuerte experiencia de Dios que impulsa toda su vida hasta tener a Cristo como valor absoluto de su existencia.

Cómo participar

Únase a nosotras en la misión de transformar el mundo con misericordia y amor

Etapas de Formación

Descubre cada etapa en el camino de formación y entrega como Carmelita Teresa de San José.

Fraternidades

Explora los espacios de espiritualidad, fraternidad y apostolado en las Fraternidades Carmelitanas.

Voluntariado

Apoya nuestra misión de esperanza: únete, dona o comparte tu tiempo y talento.
Está capacitada para vivir los valores comunitarios desde la fe y expresarlos en la misión. La motiva, desde el evangelio, una amplia sensibilidad social para trabajar por la transformación de la realidad en que vive. La mantiene el celo apostólico en actitud constante de servicio por el Reino. Profesa amor y obediencia al Papa y a los Obispos de la Iglesia. Prefiere a aquellos que la sociedad no valora para construir un mundo de justicia, fraternidad y libertad. Su actitud de apertura al Espíritu la ayuda a vivir las virtudes características legadas al Instituto por sus Fundadoras.” (Constituciones Art. 8).

Desde los inicios de la Congregación, la formación ha sido uno de los aspectos que más se han cuidado para ayudarnos a vivir nuestra vocación. Entendemos la formación “como un proceso de crecimiento durante toda nuestra vida, hasta que veamos formado en nosotras a Cristo, el hombre perfecto, según el don de gracia con que el Señor ha enriquecido al Instituto. La formación en la Congregación atenderá al desarrollo armónico y progresivo de todos los valores que integran la vocación religiosa en general y la nuestra en particular (Cf C 82)

El itinerario formativo comprende todas las etapas de la vida, debe regirse por el Plan General de Formación, siguiendo las orientaciones de la Iglesia, la espiritualidad propia de la Congregación y las circunstancias de cada lugar, atendiendo preferentemente a las necesidades de las Hermanas en cada uno de los momentos de su proceso de crecimiento. Por eso la formación debe tener las siguientes características: integral y personalizada, activa y participativa, gradual y progresiva, liberadora y profética, inculturada y universal y contemplativa (Cf Directorio 156; Plan General de Formación 34-42).

Camina con nosotras en cada etapa, apoya nuestra misión y transforma vidas con tu aporte. Únete a la esperanza.