En Gálatas 5, 22 se nos dice “que la paciencia es un fruto del Espíritu Santo”, lo que me permite afirmar que aparecerá en nuestra existencia si nos dejamos guiar por este Espíritu y con él de nuestra parte podremos superar las dificultades que van sucediéndose en nuestras vidas.
Como creyentes vamos viviendo entre luces y sombras; entre alegrías y tristezas; entre momentos favorables y momentos difíciles fomentados por el ambiente en el que nos movemos. La balanza se irá inclinando hacia el lado favorable de la existencia en la medida que pacientemente nos esforzamos por ser personas esperanzadas, armoniosas y perseverantes en buscar el bien y superar el mal personal y el que aparece en nuestra convivencia con los demás. (Hna. María Jesús Melón- Shalom)